Image default
EDITORIALES

ESCRITA POR:

SEBASTIÁN PAZ MIURA

Bachiller en Derecho de la PUCP y cofundador de Radicales Libres


 

Hoy 17 de abril del 2019 murió Alan García Pérez. En su casa, en su cuarto, con policías y fiscales afuera de su puerta. Tomó un arma de fuego y la usó para acabar con su vida. Médicos intentaron salvarlo pero nadie podía desviar a Alan del destino que él decidió trazarse al verse cercado por la justicia.

Existen múltiples interpretaciones de este hecho. Los partidarios apristas han salido indicando que Alan García tomó la decisión como un hombre libre, aunque luego dicen que las presiones ejercidas por la Fiscalía y el Gobierno que lo habrían perseguido lo llevaron a acabar con su vida [de la libertad, no quedaría nada entendemos]. Muchos consideran que este acto es una muestra de «gallardía» y «entereza» (sic) por parte de un hombre que prefirió morir como un mártir de la verdadera democracia (sic).

Se discute también hasta donde (si es que la tiene) llega la responsabilidad de la Fiscalía al momento de aproximarse al domicilio de García. ¿Se siguieron los protocolos determinados para estos casos? ¿Debió tomarse en consideración el dato conocido de su permiso para portar armas? ¿Debió permitírsele acudir a su habitación sin escolta y que cerrar las puertas? Preguntas que no se han terminado de responder y que, independientemente del futuro de la investigación penal, tendrán que ser absueltas sin importar el que creamos o no en la culpabilidad del ex-presidente hoy muerto por propia mano.

Las redes sociales se han visto inundadas con comentarios sobre como esta muerte es retribución, un milagro otorgado al pueblo peruano de ver muerto a uno de sus mas grandes «villanos». Igual de fervientes son las respuestas en las que piden que se tenga sensibilidad, que se comprenda el dolor ajeno y no se tome la muerte de una persona como una suerte de victoria pírrica, pues en esta muerte también se involucran a otras personas de su entorno que no tienen la culpa de nada.

Para algunos peruanos, Alan tomó el camino fácil para salir de todos sus problemas. Se sintió acorralado y ante el torrente de acusaciones y las luchas legales pasadas, presentes y futuras decidió que era mejor evadir cualquier responsabilidad. Otro sector de la población indica que referirse al suicidio como cobardía es invisibilizar los problemas psicológicos que atravesaba Alan García (habiendo sido diagnosticado con desorden bipolar) y promover estereotipos negativos sobre las dolencias mentales que muchas personas podemos sufrir. Se defiende la idea de ser sensibles al fenómeno del suicidio y el nivel de estrés y deterioro emocional que debe experimentarse para tomar una decisión de ese tipo.

Al día de hoy, al momento exacto en que escribo esta palabras, sé muy pocas cosas. Creo que sería bueno enumerarlas:

  1. Sé que la muerte de nadie es motivo de celebración. Alegrarnos por la muerte de alguien acusado de cualquier crimen es dar un espaldarazo a un concepto de justicia fronteriza que un Estado Democrático y Constitucional que respeta los derechos humanos sabe que la muerte del culpable no aporta en nada a la institucionalidad de un Estado; solo permitir que el sistema siga su curso con las garantías debidas del mismo (algo que los apristas hoy dicen no existían) es lo que permitiría en algo reparar el daño inconmesurable que habría producido Alan García al Perú y sus habitantes. La vida del hoy muerto ex-presidente tiene un valor, tanto valor como la vida de los pobladores nativos amazónicos a los que él relegó a una segunda categoría.
  2. Sé que la muerte de cualquier persona es sufrida, y justamente, porque Alan García era tan acusado de corrupción y crímenes de lesa humanidad como era padre, esposo, familiar y amigo de alguien. No pretendo con ello defenderlo, solo recordar que todos somos individuos que tienen valor y es por ese valor que nuestro sistema de justicia procura (o debe procurar) seguir una estructura donde se encuentre responsabilidad y reparación para las víctimas y la sanción más justa para el perpetrador.
  3. Sé que el suicidio es un problema real que puede parecer la respuesta a los problemas de muchas personas agobiadas por las circunstancias de una vida excesivamente injusta y agravada por las condiciones particulares de cada individuo.
  4.  Sé que no debemos permitir que la distracción por parte de los partidarios del APRA nos alejen de la realidad. Alan García no es un mártir de la democracia ni podemos calificar de heroica su muerte, que hoy es usada como una declaración de honorabilidad ante la injusticia que sentía se cometía contra su persona. Como bien nos recuerdan los compañeros apristas, García fue en dos ocasiones Presidente de la República [para bien o para mal]. La confianza que tuvo en la decisión del pueblo y la Constitución sobre la cual juró cumplir sus obligaciones le compelían a respetar el andamiaje que la democracia ha creado para acercarnos a un ideal de justicia. Incluso si ello significaba hacer frente a acusaciones, que él mismo entendía como infundadas. «El que nada debe, nada teme» dijo sabiamente en una oportunidad.

Ahora, como siempre en la vida, es más lo que desconozco que lo que puedo afirmar saber. No sé las razones por las que Alan García tomó esta decisión. Afirmar -como hacen algunos- que la decisión se vio fundada en su estado de depresión clínico y no por un intento desesperado de eludir a la justicia (como el hombre que comete homicidio-suicidio al matar a su pareja en un arranque de celos) es igualmente especulativo, tanto como decir que lo hizo por cobardía.

No es ésta la esencia  de lo que el Perú debe llorar el día de hoy. Hoy, 17 de abril del 2019, Alan García murió  (sin importar el porqué) y guardados en su famoso pañuelo blanco quedaron todas las respuestas que las y los peruanos esperábamos y él tenía la obligación legal y moral de otorgarnos. Hoy no solo se perdió a un ser humano, perdimos colectivamente algo infinitamente más valioso: la oportunidad de alcanzar la verdad y la justicia.

Extendemos nuestras condolencias a la familia y amigos del ex-presidente Alan García, pues el azote de la muerte y las circunstancias de la misma deben ser difíciles y dolorosas de asimilar. Sin embargo, permitanme extender, también, mis mas sinceras condolencias :

  • A todxs lxs víctimas de los hechos acontecidos en Accomarca, no sólo a las personas asesinadas, sino a todxs sus familiares que esperaron hasta el año 2016 para encontrar «justicia», aunque recordemos que, quizás,  justicia 31 años tardía, ya no es justicia. Alan García gobernaba en 1985, Alan García hizo como si no hubiese pasado nada en Accomarca.
  • A las más de 300 personas y sus familiares que en 1986 fueron asesinadas en los penales de Lurigancho, Santa Barbára y el Frontón, a las cuales el Consejo de Ministros y el entonces presidente Alan García dieron la espalda al decidir encargar la situación al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas vulnerándose diversos derechos de las víctimas y prohibiendo el ingreso de las autoridades civiles: jueces, fiscales, directores de penales, así como de la prensa. Tanto Alan García como el Consejo de Ministros, los que dejaron a las Fuerzas Armadas a cargo de esta situación, fueron los mismos que en el 2004 fueron excluidos de la denuncia penal formulada por la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos.
  • A las personas asesinadas en Cayara y a sus familiares en 1988, año en el que también, gobernaba el presidente Alan García.
  • A lxs indígenas de Junín quiénes fueron culpados de ser terroristas y por ende fueron asesinados. Alan García gobernaba en 1989.
  • A las dos personas muertas, una en Cajamarca en una protesta contra la Minera Yanacocha y una en una protesta en Abancay en el 2006. Alan García gobernaba por segunda vez en el 2006 y demostraba su incapacidad para manejar los conflictos socioambientales, tal y como demostró su incapacidad para manejar el terrorismo y la hiperinflación en los años 80.
  • A las personas que murieron como consecuencia de un paro del SUTEP, en protestas en Ancash, Apurimac y Lima por “error” de las fuerzas del orden en el 2007. Alan García continuaba gobernando por segunda vez nuestro país en el 2007 y demostraba su poca capacidad de diálogo y acuerdo con los profesores que se quejaban por sus condiciones como tales.
  • A las personas asesinadas en Pucallpa, Barranca y Ayacucho y a sus familiares, algunos de ellos por los “Escuadrones de la muerte” de Trujillo en el 2008. ¿Quién continuaba gobernando nuestro país en el 2008?. Alan García.
  • A las personas fallecidas y desaparecidas en el «Baguazo» y a sus familiares, tanto indígenas como policías, en el 2009. A ellxs, a ellxs nunca lxs vamos a olvidar, sobre todo porque fue la epítome de la incapacidad para manejar un conflicto socioambiental, sobre todo porque aquellas muertes se pudieron evitar por sobre todas las cosas, pero no se les quiso considerar como ciudadanos de «primera clase» y por eso sus vidas para Alan García y Mercerder Aráoz eran descartables y, en cuanto pudieron, las descartaron. Nosotrxs no olvidaremos el «Baguazo» porque fue el mayor exponente de la marginación y discriminación que aún existe de los pueblos indígenas desde tiempos inmemorables, porque aún creemos que podemos decidir por ellos sin tomar en cuenta el derecho a la consulta previa previsto en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, Convenio firmado y ratificado por el Perú en la época del «Baguazo», pero que hasta entonces no había sido tomado en cuenta para adecuar nuestra normativa interna a las obligaciones internacionales que teníamos. Tampoco fue la prioridad de Alan García adecuar esta normativa, así que, a pesar de estos sucesos, la Ley de Consulta Previa recién viene a darse esta legislación el 31 Agosto del 2011 de la mano de otros conflictos socioambientales y, por su puesto, de la mano de otro presidente.
  • A las personas fallecidas en Chala y a sus familiares por represión estatal frente a mineros artesanales en el 2010. Represión que fue la última que el cargo de mandatario le brindó la posibilidad de realizar y que cerraría de alguna forma todo el ciclo de vulneraciones a los derechos de las personas que en sus periodos presidenciales se pudieron perpetrar.
  • A lxs afectadxs con la prescripción de los delitos de Alan García, lo cual no implica que haya salido absuelto de los mismos, sino que debido a la institución jurídica de la prescripción y a su normativa desarrollada en nuestro país se concluyó que ya no podía ser investigado ni juzgado por aquellos delitos pues ya había pasado el tiempo necesario para que opere la prescripción, pero ello no implicaba que era inocente, sino simplemente que ya no podía ser juzgado.
  • A lxs afectadxs por el posible enriquecimiento ilícito de Alan García que en un país tan pobre como el nuestro es casi como condenar a las personas más pobres a nunca poder salir de su pobreza e, incluso, morir por falta de los servicios básicos que el Estado debía garantizar con el dinero con el cual sus funcionarios públicos se enriquecieron.
  • A lxs afectadxs por el caso del BCCI y los Mirage y las acusaciones del fiscal Morgenthau, a las que nunca pudo responder.
  • A lxs afectadxs por los dólares MUC, por la creación de la fundación Rayons Soleil en Ginebra, por los casos de corrupción de Lavajato y las coimas de Odebrecht, por las coimas del tren eléctrico, por las colas, por los paquetazos, por la inflación, por la persecución a los maestros, por «El Perro del Hortelano», por el Comando «Rodrigo Franco» y por los miles de actos ilícitos que aún no son descubiertos y que, quizás, a estas alturas tampoco lo serán debido a los últimos acontecimientos.

Finalmente y, a pesar de todo lo caótico y doloroso del día, debemos sentar postura clara sobre la lucha contra la corrupción que debe mantenerse y no verse afectada por los hechos acontecidos, apoyemos a las y los fiscales y a las y los jueces peruanos firmes y correctos que continúan, y deben continuar a pesar de todo, portando la bandera más alta de todo un país que está luchando contra la corrupción. Esperamos, de todo corazón, que las últimas «informaciones» que estamos escuchando y viendo por medio de las redes sociales sean falsas, porque no se puede jugar con un país entero y con la «muerte» para salvar a una persona de los cargos que debe asumir por sus actos y encubrir a una mafia. Aún tenemos fe en que no podemos estar tan mal, eso, sería fulminante para nuestro país y para nuestra sociedad.

Nuestro más sentido pésame sobretodo porque con Alan García probablemente se han ido muchas piezas que hubiesen permitido llegar a la tan ansiada verdad que nos permitiría dar paso al comienzo del camino para una sanación colectiva de heridas aun sangrantes, aun tan vivas, y con ello a la tan ansiada y verdadera reconstrucción nacional de la mano de la justicia que tanta falta nos hace. Mantenemos la esperanza de que de igual forma todo salga algún día a la luz y las memorias enteras sean reivindicadas. Extendemos nuevamente nuestras condolencias porque, si ese día llega, probablemente no esté el responsable aquí para pedirles perdón a ustedes y a todo el país; y, sobre todo, guardemos estos días de duelo nacional por todas las víctimas que sufrieron con la perpetración de actos criminales de la mano de Alan García, para ellas todos los duelos que sean necesarios. Todos los duelos del mundo.

 


Colaboración:

Rosa Natalí Llique Ramírez.

Referencias:

http://www.eldiariointernacional.com/spip.php?article348

https://rpp.pe/lima/actualidad/la-historia-de-la-matanza-en-desaparecido-penal-el-fronton-noticia-392570

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37254469

https://sinia.minam.gob.pe/normas/ley-derecho-consulta-previa-pueblos-indigenas-originarios-reconocido

PROHIBIDO OLVIDAR: ALAN – 1985: 69 personas asesinadas en Accomarca.– 1986: Más de 300 personas asesinadas en…

Posted by Ale Rafart on Wednesday, April 17, 2019

ACLAREMOS ALGUNAS COSASAlan García se suicidó. Sinceramente nos ha sorprendido. Fue uno de los hombres más…

Posted by No a Keiko on Wednesday, April 17, 2019

OTROS TEXTOS DE ESTA SECCIÓN...

EDITORIAL: INSEGURIDAD E INSALUBRIDAD EN EL TRABAJO

Radicales Libres

La función jurisdiccional de las rondas campesinas

Radicales Libres

¿Nueva Constitución, mismo país?

Radicales Libres

JULIO: MES DE LOS CIRCOS

Radicales Libres

03 de agosto – Día Internacional de la Planificación Familiar

Radicales Libres

¿QUÉ SIGNIFICA ENVEJECER EN EL PERÚ?: REFLEXIONES POR EL DÍA NACIONAL DEL ADULTO MAYOR (26 DE AGOSTO)

Radicales Libres

EL 11 QUE NO DEBEMOS OLVIDAR

Radicales Libres

NO HAY PRIMERA, SIN SEGUNDA

Radicales Libres

PARA JIMENITA, EYVI, JUANA, MARISOL, JULIA, ESTEFANY Y MUCHAS MÁS NO HABRÁ 2019

Radicales Libres
RADICALES LIBRES
¡Bienvenidx! Esta es una revista digital de contenido jurídico crítico e interdisciplinario.